Ermita de los Ángeles bajo la tormenta. Foto: Pablo Camps |
Legado de nuestros ancestros, un paisaje cultural digno de conservar.
Llamado en cartografía cerro o monte de San Ginés, con sus 229 metros de altura permite observar, incluso a poco que subamos por sus laderas, una hermosa panorámica del mar Menor, La Manga, el campo de Cartagena y la sierra Minera.
Ermita nº4. Foto: María Dolores Ruiz. Septiembre 2011.
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Frente al Monasterio de San Ginés de la Jara. Foto: Juan Carlos Ortega |
Lugar de peregrinación. De hecho, tradicionalmente caminaban a San Ginés de la Jara partiendo del centro de la ciudad portuaria, desde la actual plaza de San Ginés.
http://museoarqua.mcu.es/web/uploads/ficheros/homenaje_julio_mas.pdf
Ver imagen en pg.21, tomada desde el monte Miral, probablemente ante la fachada de la ermita de los Ángeles.
Foto: Pablo Camps. |
Si en 1920 todavía conservaba sus señas de identidad para disfrute de lugareños que salían en romería hacia el viejo camino de La Unión, la N-332. Bordeando la población minera por el sur, continuaban en dirección al Estrecho de San Ginés, pequeño pueblo situado en la falda meridional del monte Miral, y allí rodeaban el cerro por la base en sentido contrario a las agujas del reloj. Si hace poco más de noventa años todavía atestiguaba la fe y el fervor de Cartagena y comarca, tendremos que obviar lo que hoy refleja para mirar solo al frente, al porvenir, no como hacen los caballos durante los desfiles, tras impedirles ángulos de visión tapando lateralmente sus ojos, sino como seres racionales que saben que el futuro será el resultado de nuestras acciones presentes.
Interior cúpula oratorio ermita de Los Ángeles. Foto: Pablo Camps. Oct.2012. |
Ignoro nombre del fotógrafo y fecha pero, por el estado de las pinturas, la imagen es anterior. |
Minería. Cercano al mar Menor, el monte Miral es una de las últimas estribaciones de la sierra Minera. Testigo de la intensa minería en la zona desde antaño, recuperada en el XIX y explotada hasta la primera mitad del XX, todavía quedan construcciones inherentes a dicha actividad. No en vano, mucho cuidado tienen que tener los excursionistas que se atrevan a visitarlo por los numerosos pozos que perforaron sus entrañas, unos visibles, otros ocultos entre la maleza.
Calcita. Mina Esperanza, cerro de San Ginés. |
Aragonito. Mina Esperanza, cerro de San Ginés. |
Toponimia. Algunos expertos han atribuido el nombre de Miral a una apócope de mi-ne-ral.
Entrada a cueva Victoria. Descargada de la web. |
Eremitismo visigodo y altomedieval. Un monte pateado por berberiscos y cristianos que, se cree, fue habitado por ermitaños y anacoretas desde época visigoda, antes del siglo VIII. Su morador más ilustre fue San Ginés de la Jara, copatrón de Cartagena, aunque parece que hasta éso ha olvidado la conciencia popular.
Arqueólogos e historiadores consideran probado que en la comarca cartagenera el culto a San Ginés era anterior a la conquista cristiana del siglo XIII. Desconocen quién fue el primer autor que narró la vida del santo porque el relato es anónimo pero, aunque data del siglo XV, parece estar basado en textos mucho más antiguos. Sin embargo, certifican lo arraigado que estaba el culto a San Ginés entre la población musulmana basándose en testimonios escritos desde el siglo XVI al XVIII.
Arqueólogos e historiadores consideran probado que en la comarca cartagenera el culto a San Ginés era anterior a la conquista cristiana del siglo XIII. Desconocen quién fue el primer autor que narró la vida del santo porque el relato es anónimo pero, aunque data del siglo XV, parece estar basado en textos mucho más antiguos. Sin embargo, certifican lo arraigado que estaba el culto a San Ginés entre la población musulmana basándose en testimonios escritos desde el siglo XVI al XVIII.
Ermita de los Ángeles, dedicada a San Ginés de la Jara. Foto aérea. Pablo Camps. |
Desde la Ermita nº1. Foto: María Dolores Ruiz. Sep.2011 |
El expediente fue incoado por la Dirección General de Bellas Artes, por Resolución de 22 de octubre de 1981 y publicado en el BOE nº 300, de 16 de diciembre de dicho año. Pero la Declaración de Bien de Interés Cultural se hizo de rogar hasta que, por fin, se publicó el Decreto 24/1992 de 28 de febrero en el BORM nº 93, de 22 de abril de 1992. Si, casi once años más tarde.
http://www.borm.es/borm/documento?obj=bol&id=8649
Desde el interior de la ermita de los Ángeles. Pablo Camps. 2006. |
Lástima que el eremitorio del Miral esté incluido en la lista roja de Hispania Nostra, asociación que defiende el patrimonio cultural y su entorno y cuya presidencia de honor ostenta su majestad la reina.
http://www.hispanianostra.org/lista-roja/Ermitas_del_Monte_Miral
Fachada norte y oriental de la ermita nº1. Foto: Pablo Camps. Oct.2012. |
Ermita 2, popularmente llamada ermita de los Ángeles. A poniente. Pablo Camps. Oct.2012 |
Ermita nº3. De planta circular, la superficie total no llega a los 6m cuadrados. Foto: Pablo Camps. Oct.2012. |
Ermita nº4. Situada en la cima del monte, tiene planta cuadrangular con bóveda esquifada. Foto: Pablo Camps.Oct.2012. |
Panorámica. Mirando a levante:
Mirando al sur:
Fotos: Nany Martínez. |
Foto: Pablo Camps. |
Más información en: http://es.wikipedia.org/wiki/Ermitas_del_monte_Miral